Sigourney Weaver: “La mujer tiene derecho a ser antipática”

La actriz, homenajeada en Venecia, presenta ‘Master Gardener’, de Paul Schrader.
Sigourney Weaver (Nueva York, 1949) es alta. También inteligente, elegante, distante en la primera aproximación y tremendamente explícita cuando quiere. Pero, así, según llega, es sobre todo alta. Y desde esa altura saluda, habla y, de tanto en tanto, sentencia. Su paso por el recién clausurado Festival de Venecia no ha hecho más que confirmar su altezza, que se dice por aquí.
Su papel en Master Gardener, el nuevo trabajo de Paul Schrader, la confirma, de nuevo, como «la primera actriz que…». Weaver fue la heroína de acción que nos libró de, uno tras otro, todos los aliens que se atrevieron a cruzarse en su camino y lo hizo como nunca antes lo había hecho una mujer,
Desde entonces, su sola presencia lleva décadas refutando cada uno de los clichés femeninos tan queridos del Hollywood más cerca de, precisamente, el cliché. Ahora es la primera mujer que se cuela en el universo infectado de la más turbia testosterona y de la más evidente culpa, tan querido para Schrader, el guionista de Taxi driver. Master Gardener cierra una trilogía prodigiosa de expiación que empezó con El reverendo y continuó con El contador de cartas. Joel Edgerton es un jardinero con pasado sórdido, bajo. Al lado de Sigourney Weaver y su altura, muy bajo.